03 febrero 2007

Paperback Believer

Una calurosa tarde de Julio de 1966, el mundo de la música se estremeció al conocerse que los 4 fantásticos de Liverpool, THE BEATLES, entraron a los estudios de grabación con los que pronto serían sus rivales llegados desde EEUU, THE MONKEES. Bajo el consejo de los productores George Martin y Don Kirshner, se grabó esta canción. Eso sí, por culpa de una tremenda pelea entre Ringo y Mickey (envidias entre bateristas), las relaciones entre las dos bandas se estropearon para siempre, y esta canción fue separada en dos singles diferentes; Paperback Writer fue grabada por The Beatles y I'm a Believer por The Monkees.

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Durante nuestra visita de ayer a la pequeña exposición de material de The Beatles en Leioa, salió este tema y resulta que pocos lo habían escuchado. Realmente se trata de una remezcla de un DJ británico llamado Mark Vidler (http://www.gohomeproductions.co.uk/history.html) y que está especializado en este tipo de canciones. Finalmente, nos acercamos 5 scooters (que luego me dicen que en este blog no se habla de scooters) a Leioa. Como decía, muy escasa muestra compuesta por unos 30 discos, unos 15 libros (que se podían leer) y poquito material adicional (unos muñequitos, unos pins, unos bolis, algún parche,...poca cosa). Lo que hay que alabar es, al menos, que un particular ponga su colección a disposición de los demás, y que un Ayuntamiento ofrezca sus salas (estupendas) para que se muestren cosas de este tipo. Bueno, llegó a nuestros oidos que precisamente lo escaso de la muestra no era por falta de material, sino porque el Ayuntamiento había diseñado la exposición y no había permitido meter más cosas.

Y tras la exposición nos fuimos separando para terminar dos de nosotros (Nando y yo) yendo en scooter hasta Gorliz a un concierto en el Xurrut de The Sinclairs (www.myspace.com/thesinclairsband) una banda que no conocíamos pero de la que nos había hablado muy bien Guiller. Buen y divertido concierto con detalles muy buenos por parte del grupo. Especialmente elegante el sonido B-52 que sacaban en algunos momentos entre la cantante y el bajista, la energía de la baterista, y detalles muy buenos del guitarrista y su Gibson Les Paul.

El regreso a Algorta fue helador pero con luna llena que iluminaba la carretera. A la 1 y pico de la mañana y con temperaturas bajísimas llegamos al Café Creme con ganas de un irlandés para entrar en calor, con la mala suerte de que la cafetera estaba apagada. ¿Qué hacer en ese caso?. Lo habitual, una cervecita y para casa pensando "menos mal que no me iba a quedar...".

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